El mercado de Ruzafa fue proyectado por Julio Bellot Senet,
según acuerdo del Ayuntamiento de 1954 e iniciadas las obras a finales de mayo
de 1957. Se encuentra situado en el núcleo de la barriada de Ruzafa, frente a
la iglesia barroca de San Valero, en una zona que ha sufrido rápidas
modificaciones de las estructuras urbanísticas iniciales con la inclusión de
edificios de viviendas de mucha mayor altura….
¿de verdad os interesa saber la historia del mercado? ¿O preferís escuchar como fuimos a almorzar y hacer el capullo? Lo sabía…
Hoy hemos decidido hacer algo
nuevo. Queríamos cambiar de aires y traernos a algunos amigos para enseñarles
el barrio y darle vida. Tras caminar entre las interminables obras que tanto
están jodiendo al barrio de Ruzafa y sus negocios, hemos alcanzado el Mercado.
El centro neurálgico de Russafa, junto a su iglesia: San Valero.
Habíamos oído hablar de un lugar
dónde van a comprar los Dioses para degustar los productos ibéricos de mejor
calidad, pero teníamos que verificarlo con nuestro paladar. El puesto de Nacho:
Ibéric, ¡qué no se os olvide!
Hemos llegado con toda la tropa,
Álverock con gafas de sol, Tripy en patinete eléctrico, el último boy Scout
echando fotos y David, un vecino del barrio.
Allí estaba Nacho, cortando
Quesos y Jamones con gran maestría. Un lugar moderno y espectacular. Daba ganas
de comerse todo. Nos fijamos y allí estaban Jesucristo de paisano, Vishnu con
todos sus brazos tratando de alcanzar el lomo embuchado, Zeus y Odín babeando
con su jamón de calidad y el “aceitaco” que se habían llevado, y el gordo de
Budha al que nadie hacía caso.
Tripy les echa a un lado y
comienza a probarlo todo. Entra en trance: “¡¿Pero cómo puede estar tan bueno,
por Dios?!”.
Todos los Dioses se giran: “¿Me
has dicho algo?”. Tripy les echa a patadas y se bebe a Budha ahí en medio,
recrimina a los dioses Nórdicos que aún le deben unas jarras de hidromiel del
último día que quedaron, pero se van, no quieren líos con Tripy, ya ajustarán
cuentas en el Valhala
Nos llevamos de todo: jamones,
quesos, chorizo, salchichón, lomo, sobrasada… (Aún babeamos de recordarlo),
además, podemos encontrar productos como cervezas valencianas artesanas, patés,
aceites, vinos turbios y un montón de cosas más. Conseguimos unas barras de pan, un tomate
valenciano, unas olivas y unas birras y
nos vamos a San Valero. Menuda mañana. No sabíamos si estábamos en el cielo o
dónde coño andábamos. ¡Qué calidad!, ¡Qué productos!, ¡Qué sabor! Gracias Nacho.
Solo sabemos que volveremos y qué necesitamos recomendar este pequeño negocio
tan “grande”. Si de verdad queréis llevaros algo bueno de Ruzafa, pasaos por
Ibéric y visitad a Nacho, que no os asusten sus cuchillos. Esperamos repetir
dentro de poco, y ya sabéis, si queréis apuntaros a un almuerzo de Dioses, Som
Russafa os hace un hueco “encantados”.